La licencia de Samuel García desata un terremoto político

¿A quién le quitaría votos Samuel García en la elección presidencial: a Xóchitl Gálvez o a Claudia Sheinbaum? Esta pregunta es el epicentro de un terremoto político con diferentes terminaciones en los grupos de poder que rodean a Movimiento Ciudadano.

La primera manifestación de este debate se ubica en el reporte de que Dante Delgado, dirigente nacional del partido, abrió una línea de negociación con Alejandro Moreno Cárdenas, el dirigente nacional del PRI, para que el Congreso de Nuevo León apruebe la licencia que necesita Samuel García para separarse del cargo y competir por la Presidencia. La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, estaría fungiendo como intermediaria de la conversación, de acuerdo a reportes periodísticos.

Samuel García se ha enfrascado en un agrio conflicto político de larga data con la oposición local del PRI y el PAN en Nuevo León. La coalición priista, cuyo líder de facto es el ex diputado Francisco Cienfuegos, es considerada uno de los mayores soportes políticos de Moreno Cárdenas a nivel nacional.

Sin embargo, la viabilidad de una negociación para facilitar la candidatura de García es intransitable para algunos miembros del PRI. Durante meses, la oposición en Nuevo León ha denunciado el uso faccioso de instituciones del Estado para perseguir a diputados y alcaldes críticos del gobernador, así como a los amigos y familiares de los políticos que han cruzado a Samuel García.

El caso de Cienfuegos es particularmente relevante. El gobernador presumió de manera pública que existía una orden de aprehensión federal en contra del político priista y que Cienfuegos había huido a Europa. Esto nunca se comprobó y Cienfuegos estuvo presente en el reciente evento en el que el Frente Amplio por México denunció las presuntas actitudes autoritarias de García.

El consenso de analistas legales coincide en que el Congreso de Nuevo León no tiene bases legales para negar la licencia a Samuel García, puesto que estaría violando sus derechos electorales. El gobernador podría recurrir a una acción de inconstitucionalidad.

A pesar de ello, las condiciones políticas son poco propicias para un acuerdo entre Dante Delgado y Alejandro Moreno Cárdenas. Lo que inició como un conflicto local por la sucesión de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León terminó en un tenso clima político que culminó en el asesinato de Ricardo Flores, el director jurídico del poder legislativo.

El cálculo de lo que significaría una candidatura presidencial de Samuel García también ha generado turbulencia en Jalisco. El gobernador de ese estado, Enrique Alfaro, cambió su postura sobre el proyecto presidencial de su homólogo de Nuevo León. “Pues yo creo que sí puede ser Samuel, es una persona a la que aprecio y es parte del equipo que se ha construido a nivel nacional, y si es candidato yo creo que lo va a hacer muy bien”, declaró Alfaro este fin de semana.

Públicamente, el gobernador de Jalisco y su equipo han modificado su opinión sobre la potencial candidatura de García. Hasta la semana pasada, el consenso en Jalisco era el de una actitud crítica hacia la proyección nacional del gobernador de Nuevo León. El equipo de Alfaro prefería movilizar esfuerzos y recursos a favor de la candidata del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, como lo testificó desde hace dos meses Clemente Castañeda, senador por Movimiento Ciudadano y quien es probablemente el político más cercano al gobernador jalisciense.

El gobernador de Jalisco necesita una alianza con el Frente Amplio por México para asegurar la victoria electoral de su estado. Prácticamente todas las encuestas serias reflejan un empate técnico de Movimiento Ciudadano con Morena en la entidad. Las consecuencias de una candidatura de Samuel García en este sentido podrían explicar el cambio de posición de Alfaro. ¿El desempeño en Jalisco del partido naranja estará condicionado por la falta de un candidato presidencial sólido? Los números que los asesores muestran a los actores políticos no son concluyentes.

La presión sobre el rol que jugará Movimiento Ciudadano se ha vuelto patente en filtraciones recientes. Grupo Reforma publicó este lunes que Alejandro Puente Córdoba, operador de Movimiento Ciudadano y un personaje cercano a Dante Delgado, habría pagado sobornos por 6.7 millones de pesos al director de Administración y Finanzas de Segalmex, René Gaviria, a cambio de contratos federales, según el recuento de un testigo protegido de la Fiscalía General de la República. Alejandra Puente, la hija de Puente Córdoba, es la titular de la Comisión Operativa de la dirigencia nacional de Movimiento Ciudadano.

Dante Delgado no ha respondido directamente a las acusaciones de nexos con presuntos operadores del fraude de Segalmex. Se ha limitado a calificar la investigación periodística como un ataque dirigido. “De repente comienzan a circular notas, sin rigor, ni sustento, para golpear a Movimiento Ciudadano y a su servidor. Todo esto es porque los partidos de siempre, y los grupos que los apoyan, están nerviosos, nos tienen miedo porque no iremos en alianza, porque vamos a mandar al PRIAn a un lejano tercer lugar y porque vamos a ganar la presidencial en 2024”, publicó Delgado en X (Twitter).

Jorge Álvarez Máynez, diputado federal de Movimiento Ciudadano, y político cercano a Delgado, calificó las acusaciones como “una burda extorsión política”.

Movimiento Ciudadano se asume como una opción competitiva con base en la más reciente encuesta de Enkoll. Un careo entre Claudia Sheinbaum (53 por ciento), Xóchitl Gálvez (28 por ciento) y Samuel García (19 por ciento) refleja una contienda cerrada por el segundo lugar. Este sondeo pone de relieve que el partido de mayor crecimiento es precisamente Movimiento Ciudadano. Sin embargo, Enkoll ha sido cuestionada por un potencial conflicto de interés: la administración de Andrés Manuel López Obrador le ha asignado a esta firma de opinión pública 17 contratos por 19.3 millones de pesos. Enkoll, que también ha sido contratada por la dirigencia nacional de Morena, refleja de manera consistente resultados sesgados a favor del oficialismo.

La tesis da Dante Delgado, de Samuel García y, ahora aparentemente, de Enrique Alfaro es que Movimiento Ciudadano está creciendo en las encuestas y eso justifica una candidatura presidencial de tercera vía. Ni Delgado ni García han profundizado en a quién le quita votos el proyecto presidencial de MC. Esa es la pregunta que va a definir una parte significativa de la dinámica política de las próximas semanas.