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30 de abril 2024

20 de febrero 2024

Política

La liberación de Emilio Lozoya subraya el fracaso de la FGR en el caso Odebrecht

El ex director de Pemex portará un brazalete electrónico con GPS y continuará sus juicios en libertad. La decisión del juez de control no cambia el fondo de ninguna de las causas

Por Redacción Magenta

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¿Qué pasó?

  • Emilio Lozoya Austin, el ex director de Pemex del sexenio de Enrique Peña Nieto que enfrenta dos causas penales por el caso Odebrecht y el caso Agronitrogenados, será liberado.
  • Un juez federal cambió la medida cautelar que le había sido impuesta y anuló la prisión preventiva que mantenía a Lozoya en prisión.
  • El ex director de Pemex portará un brazalete electrónico con GPS y continuará sus juicios en libertad. La decisión del juez de control no cambia el fondo de ninguna de las causas.
  • La Fiscalía General de la República expresó su inconformidad con el fallo a través de un comunicado y adelantó que apelará la decisión: “La FGR quiere dejar muy claro que Emilio ’N’ no ha ganado ningún juicio al que el Ministerio Público Federal lo ha sometido, sólo ha obtenido privilegios procesales totalmente injustos y desproporcionados”.

¿Por qué importa?

  • La liberación de Lozoya es una muestra simbólica del fracaso de la Fiscalía General de la República para obtener una sentencia favorable en el que, el gobierno anticipaba, sería un proceso judicial emblemático de la lucha anticorrupción de la actual administración.
  • Hasta ahora, la fiscalía mexicana ha sido incapaz de presentar pruebas documentales de las transferencias bancarias que comprobarían la trama de sobornos presuntamente operada por Lozoya. En cambio, la oficina de Alejandro Gertz Manero sostiene que los tribunales han obstruido la utilización de testimonios e información obtenida por autoridades de Brasil y de Suiza en relación al caso Odebrecht.

El contexto:

El reclamo de la FGR pone de relieve un manejo inconsistente en la estrategia para procesar a Lozoya. Cuando el ex director de Pemex fue capturado en España y extraditado a México contaba con una orden de aprehensión. Sin embargo, en ese entonces, de manera contraria a la norma, la fiscalía no solicitó al juez de control dictar prisión preventiva contra Lozoya. Ahora alegan riesgo de fuga.

Los detalles:

  • Esta diferencia de criterios está en función de la politización del caso de Emilio Lozoya. Cuando fue arrestado, Lozoya se volvió un testigo protegido de la fiscalía y firmó una declaración en la que denunció una estructura de corrupción que llegaba hasta los ex presidentes Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari y que alcanzaba a decenas de políticos y empresarios.
  • Lozoya actuó en contra la opinión de su defensa y derivó en la renuncia de su abogado, Javier Coello Trejo.  El documento pretendía ser el eje rector de un maxi proceso similar al ‘Lava Jato’ brasileño que desencadenó el caso Odebrecht a nivel global. No obstante, ninguna de las acusaciones vertidas por Lozoya pudieron ser ratificadas en tribunales.
  • La relación de la fiscalía mexicana con el entorno de Lozoya se deterioró conforme se volvió evidente que la denuncia del ex director de Pemex no tendría sustento judicial. A pesar de que Lozoya no violó las medidas cautelares que se le impusieron originalmente, su visita a un restaurante en Polanco se volvió viral y generó enojo en el equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador. Días después, un juez de control le dictó prisión preventiva y Lozoya volvió a la cárcel.
  • De manera paralela, la oficina de Gertz Manero siguió una negociación extra legal con el padre de Lozoya, Emilio Lozoya Thalmann. Las conversaciones se hicieron públicas a través de la filtración de audios, lo que marcó el deterioro final de la relación del imputado con la fiscalía.
  • La situación de Lozoya contrasta con la del empresario Alonso Ancira Elizondo, el presidente de Altos Hornos de México que también fue imputado por la fiscalía en la trama de la venta a Pemex de Agronitrogenados.
  • Ancira firmó un acuerdo preparatorio que le permitió salir de prisión a cambio de un pago en cuatro ediciones de 216 millones de dólares. Este vehículo se formalizó de manera ilegal puesto que el delito de lavado de dinero no puede ser resarcido a través de un acuerdo reparatorio, de acuerdo a un análisis del colectivo de abogados TOJIL.
  • Además, Ancira ha incurrido en desacato dado que ya venció el plazo legal para el pago de 100 millones de dólares que estaban pendientes como parte del acuerdo. A pesar de ello, el empresario no enfrenta ninguna orden de aprehensión.
  • La nueva defensa de Lozoya, que dirigen Alejandro Rojas y Miguel Ontiveros, ha obtenido victorias procesales significativas en los últimos meses. El ex director de Pemex finalmente alcanzará la libertad condicional en tanto se resuelven los dos procesos judiciales que enfrenta.
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