PA’ TOmarse en serio

Hace doce años, nadie tomaba en serio a Pato Zambrano. Hoy representa una fuerza electoral capaz de definir la contienda en Monterrey. Su estructura, que fue construida de la mano de Alberto Anaya, el fundador del Partido del Trabajo, alcanza a un quinto del electorado regiomontano. En dos ocasiones, Zambrano ha logrado sobrepasar el piso de 20 por ciento de la preferencia electoral en una elección por la alcaldía de Monterrey.

Esta capacidad de movilización lo convierte en un factor de poder en una contienda en la que el gobernador Samuel García y la oposición del PRIAN se juegan el control de Nuevo León. De acuerdo a encuestas realizadas por El Norte y por El Universal, la diferencia entre los candidatos punteros, Adrián de la Garza, del PRI-PAN-PRD, y Mariana Rodríguez, de Movimiento Ciudadano, es menor a cinco puntos porcentuales.

Ahora, Zambrano no competirá por la alcaldía de Monterrey bajo las siglas del PT. Lo hará como candidato de VIDA, una nueva organización política en Nuevo León que está estrechamente ligada a grupos evangélicos y a importantes figuras de la administración de Jaime Rodríguez ‘El Bronco’. ‘El Pato’ asegura que VIDA le ha permitido conservar a su equipo compacto y que comparte los valores de la organización: “pro familia y pro empresarial”.

Fiel a su estilo, Zambrano está empujando la imagen de un político disruptivo, con un sello populista, en el buen sentido de la palabra. Ofrece un argumento esencial para ser considerado como el próximo alcalde de Monterrey: él se lleva bien con todos. A diferencia de Adrián de la Garza, no tendrá problemas con el gobernador. A diferencia de Mariana Rodríguez, no enfrentará a un Congreso antagonista.

‘Pato’ hace énfasis en la tesis de que el conflicto  entre el grupo político de Samuel García y la oposición, cuyos actores principales son Adrián de la Garza y Francisco Cienfuegos, está erosionando la gobernabilidad y la seguridad pública de Nuevo León. Zambrano entiende el aumento de homicidios dolosos en el estado como asesinatos motivados por la política.

Sus declaraciones estridentes, similares a las de los Tik Toks que publica sobre sus recorridos por las calles de Monterrey, contrastan con la falta de sustancia en las políticas públicas que implementaría como alcalde.

En seguridad, plantea el nombramiento de Jorge Garza, ex comisario de Fuerza Civil, como su asesor para hacer frente a “las mafias” que operan en la capital de Nuevo León. En materia de agua y medio ambiente, ofrece ser un gestor eficiente ante el gobierno del estado y la Federación. En movilidad y desarrollo urbano, las propuestas son escasas. Sin embargo, eso no evitó que calificara a la administración de Luis Donaldo Colosio como “corrupta e inepta”.

Pato Zambrano promete ser un candidato efectivo, una figura adecuada para navegar la intersección entra la política de tierra, de las estructuras y la movilización territorial, y la política de aire dominada por el nuevo lenguaje de Reels y Tik Toks. Dada la fragmentación del tablero electoral, sería un error subestimar a Pato Zambrano como un contendiente serio por la alcaldía de Monterrey.